PROYECTO E18

Para el salón se optó por diseñar un mueble a medida en laca y rechapado de roble donde poder albergar muchos libros de lectura, archivos, vajilla y colocar una TV suspendida. La parte inferior del mueble integra una tira led para crear un ambiente íntimo y generar un efecto cine. El sofá en forma de L, de Joquer, permite una conversación cómoda, y la mesa de comedor extensible está pensada para albergar hasta 10 comensales. En el falso techo preexistente de obra nueva, que no se toca, se añadió una tabica para ocultar una tira led con pastilla reguladora para elegir la intensidad de luz del salón y crear un ambiente muy íntimo y relajante, que invita al descanso al final del día. Las molduras del salón le dan un aire clásico, al mismo tiempo que protegen la pared de los respaldos de las sillas.

En el recibidor se instaló una consola y un gran espejo metálico sobre un papel pintado neutro a rayas, que envuelve el espacio y le da calidez, al mismo tiempo que protege las paredes blancas impolutas preexistentes que vienen por defecto de la promotora.

En la cocina, se prioriza el almacenaje, pero sin restar luz al amueblarla. Al tratarse de una pareja a la que le gusta la cocina, se optó por alicatar toda la cocina para proteger las paredes pintadas preexistentes de obra. En la zona vista, se optó por un formato de azulejo alargado colocado en espiga para darle textura. Se escogieron muebles en estratificado seda blanco y encimeras porcelánicas marmoleadas de Inalco. La anchura de la cocina no permitía colocar una mesa de comer cómoda sin prescindir del almacenaje de las columnas, así que se decidió hacer una barra de desayuno con taburetes y capacidad para 3 personas.  Los taburetes en roble tintado de Enea.

El estor tipo paqueto en crudo, las tablas de madera, los cuadros, flores e iluminación aportan los detalles finales y restan frialdad a la estancia.

Para el dormitorio principal se opta por un papel pintado con textura tipo lino, muy lavable y fácil de mantener. Sobre la base, un cabecero tapizado en crudo a conjunto con un canapé abatible. Los apliques de la mesilla en negro, espejo metálico, silla y mesillas de madera y cestería de agujeros le dan ese puntito clásico renovado que buscaban los propietarios. Los textiles en azul y ocres empastan el conjunto y aportan serenidad a la estancia.

En general, se repite el patrón de tonos tierra, madera, fibras y tejidos naturales en contraste con los toques en negro en toda la vivienda, lo que da coherencia al conjunto y dotan a la vivienda de un aspecto natural, pero elegante al mismo tiempo. Y las notas de color restan seriedad y le dan dinamismo a la vivienda. Un hogar donde sentirse en calma al final del día.

Colocamos un mueble lavabo a medida en rechapado de roble con los frentes enmarcados y una encimera regruesada e hicimos un mueble columna a juego junto a la ducha, lo que le aporta un toque muy cálido y acogedor al baño. Además, aprovechamos el hueco creado en la ducha para generar un nicho para jabones y ocultarlos de la vista.

Empleamos sanitarios suspendidos y griferías empotradas para mayor comodidad y completamos con una iluminación cálida con focos empotrados y una fosa para iluminación indirecta en la ducha que envuelve y crea un ambiente muy íntimo.